Escuela Comunitaria Ngöbe-Buglé

Proyecto social y cultural: Escuela, espacios de aprendizaje en crecimiento para comunidades de entornos selváticos tropicales

Esta escuela es parte de un proyecto global de reubicación de dos comunidades indígenas en la Selva de Panamá, que también incluye el diseño de tres tipologías de viviendas, una escuela y un centro comunitario para cada comunidad. Proyectar en la selva tropical húmeda bajo condiciones tan específicas fue un gran desafío, donde siempre buscamos respuestas culturalmente aceptables, climáticamente eficientes y funcionales para los usos de la comunidad. Esta escuela es un componente clave del esfuerzo por mejorar la calidad de vida de una comunidad con una esperanza de vida de solo 25 años.

Principios clave en el diseño de la escuela

El diseño de la escuela se basó en cinco principios fundamentales:

  1. Privacidad visual y ventilación: Las aulas deben garantizar la privacidad visual mientras permiten la ventilación cruzada, esencial para las condiciones climáticas de la selva tropical.
  2. Espacios cubiertos para jugar: Es imprescindible ofrecer áreas cubiertas donde los niños puedan jugar, dadas las limitaciones impuestas por el sol intenso, las lluvias tropicales y las altas temperaturas.
  3. Flexibilidad y adaptabilidad: La escuela debía prever el rápido crecimiento de las comunidades, ofreciendo una solución autogestionable y modular que permitiera su ampliación.
  4. Logística de transporte y construcción: Debido al acceso difícil a la zona, los materiales y la construcción debían ser fáciles de transportar y ensamblar con un equipo mínimo.
  5. Uso de materiales sencillos y accesibles: El proyecto priorizó el uso de materiales locales, fáciles de encontrar y asequibles, para simplificar la construcción y reducir costos.

Soluciones de diseño: Ventilación, espacios cubiertos y crecimiento modular

Para lograr la privacidad visual y la ventilación, las aulas se diseñaron con cerramientos de madera con un panelado a tresbolillo que permite el paso del aire, bloqueando la visibilidad. Además, el techo se separó de las paredes para garantizar una circulación constante del aire, favoreciendo la ventilación cruzada.

El diseño modular fue clave para crear espacios cubiertos y flexibilidad. Cada aula es una unidad modular de 7×7 metros, cumpliendo con las normativas de MEDUCA, y se complementa con una estructura de techo que se extiende 3 metros alrededor, creando un espacio cubierto para jugar. El techo se gira 30º, lo que genera zonas más anchas para juego y otras más estrechas para el paso. Estos módulos se diseñaron para solaparse, compartiendo pilares y con cubiertas a diferentes niveles, lo que permite un crecimiento infinito de la escuela, garantizando siempre áreas de juego cubiertas y amplias.

Materiales y logística de construcción

Dado que el proyecto está ubicado en un lugar de difícil acceso, la logística de transporte y los materiales fueron factores cruciales. La estructura se diseñó en madera tratada, con una garantía de durabilidad de 25 años, y los techos fueron realizados con láminas de zinc. Inicialmente, se consideró utilizar tierra compactada para las paredes, pero debido a la composición del suelo, finalmente se construyeron con bloques de cemento. El suelo se realizó con piezas cerámicas rústicas, fáciles de montar y duraderas.

Resultado final: Una escuela versátil y adaptable al crecimiento

El resultado es una escuela versátil, con espacios fluidos y adaptable a la topografía natural del terreno. Su diseño modular permite un crecimiento continuo a medida que las comunidades aumentan, y proporciona un entorno de aprendizaje cómodo, funcional y seguro, adecuado para las condiciones de la selva tropical.

Cliente:
Private and Ministerio de Educación de Panamá MEDUCA.

Equipo:
Septiembre Arquitectura.

Colaboradores:
José Tovar, Kelly Doran, RePlan, Carlos Orfila.

Photo:
Elena Calvache

Ubicación:
Panamá

Año:
2012